Liliana Valverde, la mamá de la joven costarricense que recibió un milagro de San Carlo Acutis, todavía no tiene explicación. No sabe, racionalmente, qué la llevó el 9 de julio de 2022 a la tumba de quien en ese entonces era beato.
Pero después de haber pasado cuatro horas pidiendo su intercesión, el milagro ocurrió: su hija, Valeria Vargas, empezó a respirar y a mostrar señales de mejora.
Tan solo una semana antes, esa muchacha había tenido un accidente en bicicleta, en el que sufrió un traumatismo craneoencefálico. Requería una cirugía y el pronóstico era más que complicado (vea video adjunto).
Este domingo, esa misma joven, ahora de 24 años, no solo pudo estar en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, sino que le correspondió hacer lectura de la primera intención en la oración de los fieles en la ceremonia de canonización de Acutis.
“Nosotros no éramos practicantes. Éramos católicos, pero no practicantes. Carlo no solo hizo un milagro en la vida de mi hija, la salvó, sino que también hizo un milagro de conversión a la fe en mí.
“Si alguien me pregunta a mí, racionalmente, qué me hizo a mí qué me hizo tomar la decisión, yo no tengo una respuesta racional. Yo nada más sentí. Y como decía Carlo: no soy yo, es Dios”, contó esta madre en entrevista con Telenoticias.
Valverde explicó que no habían dado declaraciones nunca antes, porque no se les tenía permitido.
Esta mamá costarricense aprovechó para enviar un mensaje de fe, esperanza, amor, caridad, compasión y empatía al país.
Acutis, fallecido en 2006 a los 15 años y apodado el “ciberapóstol” por haberse dedicado a difundir la fe católica en internet, fue declarado santo por el papa León XIV en una ceremonia a la que acudieron alrededor de 80.000 creyentes.
En la ceremonia, el pontífice también canonizó a otro italiano fallecido muy joven, el estudiante Pier Giorgio Frassati (1901-1925), apasionado del alpinismo, conocido por su compromiso social y espiritual.